Me llamo Daniella Balin. Tengo 19 años. Nací en Santiago pero nunca lo he sentido cómo mi lugar. Es por eso, creo, que me gusta tanto viajar. Quizás para buscar un lugar que me acomode más, y si me gusta me quedo. No soy de la idea de apegarme. Crecí en una familia bonita, siempre me gustó. He vivido en tres casas y estuve en tres colegios. El último fue el que me incentivó a estudiar Periodismo porque rescataban el lado humanista de las alumnas, y al mío lo explotaron. Era muy católico y sólo de mujeres, eso no me gustaba mucho. No me gustan los fanatismos. Escribo ahora, en este blog, para contarles lo que vi en Ñuñoa. Lo que me llamó la atención de aquél barrio y siento que es importante relatarlo.
La elección de mi carrera se basó en la idea de que el Periodismo es una manera de generar cambios. Es un ámbito muy influyente en la sociedad. No me refiero a que la gente se trague todo lo que se dice en la televisión y los diarios (aunque casi siempre es así), sino a la importancia del periodismo como herramienta para generar cambios en el punto de vista global. La denuncia, es otro ámbito destacado. Denunciar la guerra, los maltratos ambientales, los casos de corrupción. Estos temas son primordiales hoy, pero los poderosos lo esconden. Por eso esperemos que otros poderosos, dueños de los medios con vocación, sean los que se encarguen de denunciarlos.
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